La buena vida en el trabajo es posible y también es un tema de Responsabilidad Social.
- Laura Andrea Afaro
- 29 jun 2021
- 2 Min. de lectura

Las empresas, como sabemos, deben fomentar el respeto a la dignidad de todos sus colaboradores internos y externos, y emprender acciones frente a conductas que supongan un atentado directo o indirecto a esa dignidad.
Hablando de conductas sostenibles, desde este espacio quiero compartir, una mirada conceptual sobre un tema poco comunicado, ya que a todos nos resulta violento hablar de violencia o políticamente incorrecto en términos de una comunicación motivacional.
Esclarecer que es violencia laboral, entiendo, ayuda simplemente porque “información es poder” dijo alguien que sabía algo del tema.
Es violencia:
· Cualquier forma de abuso de poder que tiene por finalidad excluir o someter a otro.
· Las manifestaciones posibles son: la agresión física, el acoso sexual, la violencia psicológica o el ciber- acoso.
· Puede presentarse tanto en sentido vertical, (ascendente o descendente), como entre pares.
· Puede ejercerse por acción u OMISIÓN.
· Afecta la salud y el bienestar de las personas que trabajan.
· Configura una violación a los derechos humanos y laborales.
Por lo tanto:
· En los trabajadores, se ve afectada su salud psico-física, y puede producir consecuencias negativas en sus relaciones sociales en general, y familiares en particular.
· En la empresa se produce un malestar en los trabajadores con la consecuente disminución de productividad, desaprovechamientos de capacidades y potenciales, pérdidas económicas, y desprestigio social.
· En la sociedad, se consolida la discriminación, se favorece el descreimiento en las instituciones y por consecuencia en la justicia.
La posibilidad de lograr una buena y linda vida en el trabajo, es también parte del cumplimiento normativo respecto del accionar social responsable para quienes transitan y lideran ese camino, desde luego. Pero me pregunto. ¿Podría sostenerse un modelo de gestión en el cual los recursos humanos no lideren las prioridades? Definitivamente es inviable pensar que el sistema empresa construya valor con actores enfermos, desmotivados, tristes, ansiosos y evidentemente infelices. La solución es sencilla y el momento de ponerlo en práctica fue ayer, pero podemos comenzar ahora mismo.
Entonces, comencemos a observar las interacciones de todos los integrantes para diagnosticar qué está ocurriendo, mejoremos el clima interno (toda acción positiva suma, desde el festejo de un cumpleaños, la cordialidad de las comunicaciones en estas épocas del teletrabajo, licencias excepcionales), y de este modo lograremos no caer en la trampa de la indiferencia y por, sobre todo, ser más felices con la prosperidad que generan las mejores y mayores oportunidades de negocios para todos.
Que ASÍ SEA, a por ello.
Lee y descarga la norma SR-10 de RSE en el siguiente link: https://www.alfarocorton.com/rse
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